Invertí 2.000 dólares extra

¡Pero Tom! ¿Cómo tanto? ¡Te están cagando!

Esa es la cara que veo cuando cuento en qué ando metido.

Pero déjame contarte qué pasó en estas dos semanas.

(Si no sabes de qué estoy hablando lee esta carta primero)

Cuando entré al programa, quise absorber lo más rápido posible su método y cómo ayudaban a sus clientes a acelerar resultados.

Anoté todo: cada paso, cada manera de resolver problemas.

Todo desde que caí en su embudo comercial, hasta recibir el producto y servicio.

Hubo cosas que me encantaron como:

  • La fuerza de la comunidad que generan.

  • El formato de mentorías y la presión positiva para avanzar.

  • Clases llenas de contenido de calidad.

Para alguien nuevo en el mundo comercial, el programa es brutal.

Pero… para todo lo que yo ya sabía, se me quedó corto.

Así que hablé con el equipo:

— “Quiero algo más personalizado y avanzado.”

Y ahí llegó el upsell.

💡 Por si no sabes qué es un upsell: es cuando te incentivan a comprar una versión más avanzada del producto que ibas a adquirir.

Me ofrecieron el programa siguiente y me contaron los detalles.

El problema: implicaba comprometer 2.000 dólarucos más… (dinero que no tenía (y sigo no teniendo)).

Solución: pactamos un plan de pago que me da tiempo suficiente para generar resultados con el programa y cubrirlo con creces.

La adrenalina se siente. Tic tac.

Algunos piensan que estoy loco por “gastar” plata en estas cosas.

Pero para mí no es gasto, es inversión con alto retorno.

Como dice Alex Hormozi:

“We pay for every lesson with either time or money. And we use the currency we value least.”

No todos están dispuestos a invertir así, y está bien.

Pero si me preguntas, creo que estos programas no solo aceleran resultados: pueden cambiar carreras y, en muchos casos, vidas completas.

¿Funcionará? Solo el tiempo dirá…

— Tom Robbins